Leo Messi, para algunos el mejor jugador de fútbol de la historia, ha anunciado que jugará la próxima temporada en la MLS, la liga estadounidense. Concretamente, formará parte del Inter de Miami, club fundado en 2018. La consultora de valoración de marca Brand Finance ha desgranado lo que significa el traspaso del astro argentino, no solo para el equipo de Miami sino para la industria del fútbol estadounidense.
No hace falta ser un erudito para saber que el fútbol es el deporte más popular del mundo. Aún así, en Estados Unidos encontramos la excepción que confirma la regla. A pesar de que su selección femenina domina los torneos internacionales y es el rival a batir, el deporte conocido como soccer por los estadounidenses despierta menos interés que, por ejemplo, el fútbol americano y la famosa NFL, que es lo más aclamado en casi todos los estados del país.
El deporte rey tiene amplio margen de conquista de público norteamericano y el fichaje de Leo Messi es una declaración de intenciones. La popularidad del fútbol, según las estadísticas observadas y separadas por estado, oscila entre un 3% y un 32%.
La investigación también muestra la poca solidez de la marca Inter de Miami en la MLS hasta este momento. Los estadounidenses alaban las prácticas de clubes como Sporting Kansas City, Real Salt Lake o D.C. United, no solo a nivel deportivo y de rendimiento, sino extradeportivo también (infraestructuras, gestión, preocupación por el medio ambiente…), muy por delante de las valoraciones del Inter de Miami.
El valor de Messi
Para hacernos una idea de lo que significa el impacto del futbolista argentino, el estudio de Brand Finance muestra el dato de la caída del 11% del valor de la marca del FC Barcelona allá por 2021, cuando Messi tomó rumbo al Paris Saint Germain. Este tanto por ciento correspondía a casi 150 millones de euros. Durante el último mes se confirmaron relaciones entre su antiguo equipo y el jugador, pero al parecer, el plan era inviable debido a la dramática situación económica del FC Barcelona, que durante algunos días soñó con el retorno del mejor jugador que ha pisado el club.
La incorporación de Lionel Messi al Inter de Miami no solo representa una oportunidad extraordinaria en términos deportivos, sino también en el ámbito comercial. La presencia de Messi impulsará significativamente las ventas de patrocinios y merchandising, generando un aumento considerable en los ingresos comerciales. Además, sus habilidades excepcionales y su estatus icónico se espera que eleven el rendimiento del equipo en el campo, atrayendo a una base de aficionados aún más amplia y cautivando especialmente a la audiencia latinoamericana, que ya está fuertemente motivada por los jugadores de la selección nacional.
Este crecimiento en popularidad tiene el potencial de aumentar los ingresos provenientes de las retransmisiones y los partidos, a la vez que mejora la asistencia a los encuentros en todo el país. En resumen, la llegada de Messi al Inter de Miami promete ser un verdadero impulso tanto para los aspectos comerciales como deportivos del club. Como dato más directo y clarificador de la situación publicitaria, hay que destacar que Apple TV ya está preparando un documental sobre el rosarino y su nuevo equipo, que seguramente triunfe entre la audiencia estadounidense.
El futuro del Inter de Miami y la MLS
Algunos pensarán que quizá las aventuras de Leo Messi en la liga estadounidense no duren demasiado tiempo debido a su avanzada edad (en términos futbolísticos), ya que, con 35 años, su retiro llegará dentro de 3 temporadas, siendo optimistas. Este movimiento es más que premeditado, y más teniendo en cuenta la nueva tendencia de la adquisición de equipos por parte de celebridades.
Hay fuertes rumores que indican que el siete veces Balón de Oro (trofeo a mejor futbolista del año) será, en el futuro, propietario de un club dentro de la MLS. Este futuro club, contará con un valor de marca inmenso, debido a las grandes operaciones comerciales, de infraestructuras y fichajes que realizará gracias a la red de contacto del argentino. Un movimiento que ya vimos en el pasado con David Beckham, que, casualmente (o no) es el actual presidente del nuevo equipo de Leo Messi, el Inter de Miami.